La inmovilización, la inmovilidad (lat. Immobilis – «inamovible») es uno de los procedimientos médicos, que pone el cuerpo o las extremidades en una posición forzada o en un estado de reposo, para evitarlo, acelerar la cicatrización de las heridas y reducir el dolor. Si bien es uno de los procedimientos médicos más antiguos, como forma de atención a las personas lesionadas, la aplicación estándar de la inmovilización comenzó recién a principios del siglo XX.
Aunque el desarrollo de las técnicas quirúrgicas modernas, ayudado por el descubrimiento de los antibióticos, condujo a cambios significativos en el enfoque del tratamiento de las lesiones del aparato locomotor mediante la inmovilización a mediados del siglo XX, el tratamiento conservador sigue siendo inconcebible sin la inmovilización como método primario y principal de tratamiento. Así, en la cirugía operatoria moderna, la inmovilización se convierte en un método auxiliar, que debe asegurar, mejorar y acelerar el éxito del tratamiento quirúrgico.
La inmovilización como método en el siglo XXI se complementa constantemente con nuevos enfoques y ayudas, y la aparición de nuevos medios y materiales (más sofisticados) permite que los procedimientos de inmovilización clásicos se realicen de forma más rápida, sencilla, económica y aceptable para el paciente.
La inmovilización puede ser temporal, de transporte (al lugar de aplicación del tratamiento adecuado) o permanente (hasta la curación). En el tratamiento hospitalario de fracturas óseas en las extremidades se puede combinar la inmovilización con la extensión.
Indicaciones
Las indicaciones más comunes para la inmovilización son:
- Todos los tipos de fracturas óseas.
- Lesiones espinales y pélvicas.
- Dislocaciones (luxación) de las articulaciones.
- Lesiones térmicas en las extremidades.
- Lesiones de tendones y nervios periféricos.
- Lesiones en vasos sanguíneos grandes.
- Lesión grave en los tejidos blandos de las extremidades.
- Todas las heridas escapulares y explosivas.
Metas
Los objetivos ejemplares de la inmovilización son:
Prevenir más dolor.
Prevención, los huesos rotos dañan la integridad de la piel (es decir, no pasar de una fractura cerrada a una abierta).
Prevención adicional del daño a los nervios y/o vasos sanguíneos grandes (para que uno sin complicaciones no cause una fractura complicada).
Preservación de la hemostasia previamente establecida de pequeños vasos sanguíneos.
Prevención de la propagación de la infección primaria al medio ambiente.
Establecer las condiciones para la circulación normal colocando el cuerpo o las extremidades en una posición fisiológica.
Rehabilitación de lesiones más rápida y exitosa.
Principios
La inmovilización de lesiones en la columna vertebral, la pelvis y los huesos más grandes la realizan varios rescatistas al mismo tiempo.
Los principios básicos que deben cumplirse estrictamente durante la inmovilización son:
Obligatorio, inmovilización de al menos dos articulaciones adyacentes. La inmovilización está bien ubicada solo si dos articulaciones adyacentes se vuelven inmóviles.
Colocar el miembro inmovilizado en una posición neutra (fisiológica) (mano semidoblada, codo doblado en un ángulo de unos 75 grados, rodilla semidoblada, pie doblado en ángulo recto con la parte inferior de la pierna). Si el miembro lesionado está en una posición forzada, se inmoviliza en esa posición.
Que se protejan las partes blandas del cuerpo (principalmente con algodón, vendajes o prendas de vestir). Las férulas de inmovilización se sujetan al cuerpo con colgantes hechos de bufandas triangulares, vendas o prendas de vestir, donde los nudos del colgante se atan por encima de la férula, y nunca por encima de las partes desprotegidas del miembro.
Que las partes dañadas (heridas) deben protegerse con gasas estériles.
En caso de sangrado, antes de aplicar la inmovilización, primero aplique un vendaje de compresión.
Colocar el miembro lesionado en una posición fácilmente elevada (para evitar la hinchazón y asegurar una circulación eficiente).
Que las yemas de los dedos (del miembro inmovilizado) estén siempre visibles (debido a la evaluación del estado neurovascular más bajo que el lugar de la lesión).
Inmovilización temporal.
Colchón de vacío lleno de aire. El colchón tiene forma alrededor del paciente. Luego bombeamos el aire del colchón, se vuelve rígido.
Collarín, uno de los medios estándar de inmovilización destinado a evitar el movimiento de las vértebras cervicales, en caso de sospecha de trauma físico.
La inmovilización temporal está limitada en el tiempo y se aplica con mayor frecuencia en el lugar de la lesión y durante el traslado del lesionado a la institución de salud donde se le dará tratamiento definitivo.
Dependiendo de la ubicación, el tipo y la gravedad de la lesión y los medios disponibles en el lugar de la lesión, la inmovilización se puede realizar con medios manuales o estándar.
Inmovilización con elementos de fortuna.
En ausencia de equipo de fábrica, se utilizan herramientas manuales en el lugar de la lesión, tablas, bufanda triangular, cinturón y otros artículos que se pueden encontrar en el lugar. La elección y el método de colocación dependen del ingenio de la persona que proporciona la ayuda.
Los medios elegidos para la inmovilización deben tener una forma adecuada y una resistencia y longitud apropiadas. Los inmovilizadores están cubiertos con un paño suave (algodón, vendas, prendas de ropa) o colocados sobre la ropa de la víctima o con almohadillas de tela suave colocadas previamente en el área afectada.
Inmovilización por medios estándar.
Los equipos médicos que brindan atención médica de emergencia a los heridos están equipados con férulas-rieles (Thomas, cámaras, Dietrichs) fabricados en fábrica hechos de alambre fácilmente flexible y fácil de modelar, collarines y bolsas de aire para inmovilización de extremidades y columna. [2]
Inmovilización definitiva
La inmovilización definitiva se utiliza como un enfoque terapéutico básico (p. ej., en el tratamiento de fracturas) o como un enfoque terapéutico adicional (p. ej., después de reposicionar una articulación dislocada, tejido blando lesionado, estructura articular), después de la reconstrucción de tendones y nervios) o después de una reparación importante de tejidos blandos y reconstrucciones de piel, para no comprometer los resultados de la operación).
La inmovilización definitiva se puede realizar con yeso (solo o junto con materiales plásticos) y tracción-extensión.