Epilepsia


La epilepsia es una enfermedad neurológica crónica, que se manifiesta en forma de espasmos musculares repentinos y recurrentes de las extremidades y/o de todo el cuerpo, que cursa con pérdida o reducción del estado de consciencia.
Causas. La causa de esta enfermedad no se ha aclarado hasta la fecha. Un grupo de epilepsias puede ser causado por lesiones craneoencefálicas y conmociones cerebrales, algunas formas de intoxicación por drogas y alcohol y tumores cerebrales. La pérdida de la conciencia ocurre repentinamente («como un trueno en un cielo despejado»). La víctima cae debido a espasmos de los músculos esqueléticos. Los espasmos pueden ser tónicos o clónicos o mixtos.
Después de 1-2 minutos desde el comienzo del ataque, los calambres cesan, pero después de un corto tiempo pueden reaparecer, disminuyendo gradualmente, hasta que cesan por completo. Después del ataque, el paciente puede quedarse dormido por algún tiempo. En la mayoría de los casos, la víctima no recuerda todo lo que pasó.
Primeros auxilios:
Se deben seguir las siguientes reglas durante un ataque epiléptico:
> Proteja la cabeza de la víctima de lesiones accidentales. Debe alejarse de muebles, vidrios, objetos punzantes y colocarse debajo de la cabeza un objeto blando y plano (abrigo, manta, toalla).
> Quitar todas las partes de la ropa que aprietan el cuerpo de un paciente epiléptico: aflojar el cinturón o cinturón del pantalón, desabrochar el cuello de la camisa, quitarle la corbata, las gafas y controlar su respiración.
> No sostenga a la víctima durante un ataque.
> Después del cese del ataque epiléptico, la víctima debe girarse cuidadosamente hacia un lado para evitar la broncoaspiración en caso de vómito u otros fluidos.
> Si una persona con epilepsia se ha quedado dormida después de una convulsión, se le debe permitir que se duerma para que pueda descansar.